miércoles, 9 de noviembre de 2011

para empezar "lo que hay que saver de los angeles en general"



Los ángeles son espíritus puros, es decir "libres de toda materia", y por lo tanto de naturaleza inmortal. Ellos existen para glorificar a Dios y ser sus mensajeros... de hecho su función más importante es ésta: ser el nexo entre Dios y el Hombre, y en segundo término proteger a los hombres y velar por su salvación.

La mayoría de las religiones y la Teología reconocen su existencia desde los primeros tiempos a través de escritos bíblicos e históricos. Para la Iglesia Católica, los ángeles son una "verdad de fe".

Su naturaleza espiritual implica que son libres de todas las limitaciones que lo humano -naturaleza física/espiritual- involucra, por lo tanto su respuesta al amor de Dios no necesita tiempo ni reflexión para crecer y madurar, como nosotros.

Los ángeles fueron creados perfectos, de ahí su poder y entendimiento, en cambio nosotros fuimos creados para "perfeccionarnos".

Entendiendo esa diferencia esencial entre hombre y ángeles, se entiende que las "almas" no son ángeles, ni viceversa. Una persona que se muere, no se transforma en ángel o en demonio según su comportamiento en vida.

Por su perfección, los ángeles no tienen la oportunidad de equivocarse, arrepentirse y de ser perdonados. Sólo hubo una oportunidad al principio de los tiempos, cuando Dios les puso una prueba moral para ganar la Felicidad Eterna: ante ésta falló más o menos un tercio del total, que son "miríadas" (millones de millones), y este tercio se compone de los Ángeles Caídos o Demonios.

Los demás ángeles, los que "pasaron" la prueba divina, están organizados jerárquicamente y sirven eternamente al Señor.

ANGELES CUSTODIOSOS




Cada persona tiene un Ángel Custodio, o de la Guarda, desde que nace, sea o no creyente. Ese ángel se dedica por completo al hombre que tiene a su cargo:


  • Lo protege del mal (tentaciones).
  • Lo acompaña en la vida diaria.
  • Lo sirve, si el hombre a su cargo cree en él y se lo pide.
  • Lo guía a través de "divinas inspiraciones" y de la conciencia.
  • Lo consuela en sus penas.

    Y todo esto... sin interrupción.
Su naturaleza espiritual implica muchos poderes y supone mucha perfección en comparación con nosotros, pero:

  • no conocen los secretos de Dios (Juicio Final, etc.).
  • no pueden saber qué pensamos (sólo Dios puede), a no ser que se lo permitamos.
  • no conocen el futuro.

    Eso sí, como son tan inteligentes y poderosos, viéndonos y oyéndonos pueden hacerse una idea bastante acertada de lo que tramamos y de lo que nos espera. Deducen cosas igual que nosotros, pero en un nivel mucho más elevado.
Hay que imaginarse que el Ángel de la Guarda es nuestro mejor amigo... Quizás esto es imposible de pensar para alguien que por ignorancia o incredulidad se olvidó que él existe, sin embargo, esa relación de amistad tan cotidiana y normal que tenemos con nuestros amigos, ese mismo cariño y compromiso lo siente nuestro ángel por nosotros.

Cada vez que nos sentimos solos y desgraciados, nos olvidamos de que ahi al lado está nuestro angel sufriendo por nuestro dolor. Ellos son incondicionales y fieles, y esperan constantemente que les pidamos ayuda, que contemos con ellos, que sintamos su compañía.

Qué triste es cuando alguien a quien queremos y nos dedicamos, nos desprecia o no nos toma en cuenta. Para nuestro ángel es lo mismo: que no nos interesemos en él, que no lo conozcamos, que no creamos en su fiel disposición es algo que lo apena mucho... y quizás cuánto tiempo ha sido así.

Muchas veces decimos: "¡Qué suerte!", por algo que nos pasa... tal vez cuántas veces nos ha ayudado sin que nos demos cuenta (y sin que le demos las gracias).

Hay que tratarlo, entonces, como a un mejor amigo, pero también debemos venerarlo porque siempre está con nosotros y al mismo tiempo está viendo a Dios. Jesús dijo: "Tengan cuidado de despreciar a alguno de estos pequeños, pues les digo que sus ángeles en el Cielo, contemplan sin cesar la cara de mi Padre que está en los Cielos", (Mateo 18, 10).

 

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